miércoles, 23 de mayo de 2012

Asesinato anónimo



Al contacto
un sonoro hilo de pus
brota de los oídos.

Ratones desprenden las mejillas
y husmean el hueco de la boca.

Perros cadavéricos
olfatean el hedor sublime.

Colmillos revientan
gusanos de luz se esparcen.

El vapor de la basura
hace fiesta. Las moscas alrededor
                               enlarvan los ojos
                               que cuelgan de las cuencas.

El aire se descompone:
                          las sombras son las horas
                                                         que se gangrenan.
Nadie supo quién fue.

Y las cuerdas que lo atan
le desgarran las coyunturas.

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